Los paparazzi complican la vida de Plex desde que está con Aitana: "Me tocan las narices"

Plex ha sido el último protagonista de The Wild Project, el popular podcast de Jordi Wild. La conversación, como suele ser habitual en el canal, fue bastante interesante, y en ella se abordó el tema del momento cuando se habla del creador de contenido: su relación con la cantante Aitana.

Los streamers y youtubers acumulan millones de seguidores en redes sociales. Son queridos, buscados y odiados a partes iguales. Si, además, eres uno de los más conocidos, salir a la calle puede convertirse en un problema. Aun así, se podría decir que la farándula televisiva tradicional no se ha fijado demasiado en ellos. Salvo, claro, cuando se habla de Andorra o de alguna polémica puntual.

Pero la cosa cambia si un creador de contenido inicia una relación con una cantante que lo está petando. En ese momento, el foco se intensifica. De repente, empiezas a generar interés más allá de tu comunidad, y los paparazzi entran en escena con la misión de captarte en cada paso.

Eso es justo lo que le ha pasado a Plex desde que se relaciona con Aitana. Los fotógrafos le siguen a todas horas, esperando cazar su premio: una instantánea con la artista que pueda abrir portadas y generar beneficios.

🟣 Plex explica cómo lleva estar tan expuesto y que le sigan los paparazzis:"Es un poco coñazo muchas veces"."Entiendo el trabajo de los paparazzis y lo puedo respetar, pero siento que pasan los límites muchas veces". pic.twitter.com/PqfL8JB1gN

— Movistar eSports (@MovistareSports) July 4, 2025

El de Zamora se ha acostumbrado a ello a regañadientes, aunque confiesa que preferiría que no ocurriera. La fama de Aitana está a otro nivel, y tanto ella como sus anteriores parejas han sido perseguidas sin descanso. Con Plex no iba a ser diferente.

Lo que más le molesta, según cuenta, es el acoso constante que sufre Aitana —aunque nunca llega a mencionar su nombre—. Los paparazzi utilizan incluso prismáticos para localizarla y vigilar cada uno de sus movimientos.

"Entiendo el trabajo de los paparazzis y lo puedo respetar, pero siento que pasan los límites muchas veces", comenta. Es mucho más tajante cuando habla de ella: "Me toca las narices".